Albrecht desea crear un producto que pueda utilizarse en el extranjero y generar divisas. Comprensible dada la hiperinflación en Alemania que elevó el precio de una barra de pan a la increíble cifra de 5,6 miles de millones de marcos en noviembre de 1923. Así, en 1923, a la edad de 23 años, desarrolla el taladro manual Nº 18, al que llama "taladro para metal".

En 1923, Schnizler conoce a Walter Rauch en una feria de herramientas en Remscheid. El comerciante hace su primer pedido importante a Schnizler GmbH y encarga 500 taladros para metal al precio de 4 chelines y 9 peniques. En 1927 se convierte en director de ventas de Schnizler GmbH. El trío de dirección está completo.

A principios del siglo XX ya se había inventado la soldadura para la unión estable de piezas metálicas, pero aún no estaba completamente madurado. Por eso se remacha tanto en la industria. Todo remache necesita un agujero, y Metabo tiene la herramienta adecuada para perforar estos agujeros de forma rápida y con poco esfuerzo. Esto crea lo que ahora llamamos una situación en la que todos ganan: Metabo tiene éxito y los trabajadores logran su objetivo con menos fuerza y trabajo.
 

Al final de la Primera Guerra Mundial la cervecería debe cerrar. Malo para los amantes de la cerveza de Nürtingen, bien para Schnizler GmbH. La empresa se instala en la sede de la familia Closs. Y el negocio va tan bien que en 1969 se necesita una sede más grande. El capítulo del sol está cerrado, pero la “Closs'sche Sonnenbrauerei” sigue siendo un hermoso recuerdo de los primeros años de Metabo.